CAMPAÑA INDISCRIMINADA DEL RADAR EN EL NORTE DE GRAN CANARIA

Mucho tiempo hace ya que soportamos esta CAMPAÑA INDISCRIMINADA de TRÁFICO que clama al cielo por lo desconsiderado del abuso, especialmente los sufridos conductores del norte de Gran Canaria. Casi todos los días les podemos visualizar en diferentes puntos la misma Autovía GC-2 a los agentes de tráfico con el radar camuflado o con el trípode, escondidos en los más inverosímiles recovecos a la caza y captura del ingenuo automovilista que regresa o acude a su trabajo (el que tiene aún la suerte de conservarlo). Vergüenza ajena es lo que siento cuando veo por la red determinadas fotografías de los agentes agazapados en los sitios más extraños “al acecho” de la codiciada pieza. Creo sinceramente que no es esa la misión por la que se les paga.

Este continuo machaqueo en una zona de la isla especialmente maltratada y sufrida, no sólo por la plaga del paro, sino por los innumerables problemas de tráfico que hemos sufrido históricamente, se ha convertido además, en los últimos tiempos en un laboratorio de pruebas para ver hasta que punto somos capaces de resistir los ciudadanos este despropósito recaudatorio de un Gobierno INCAPAZ y MEZQUINO con los más desfavorecidos.

Ningún dato estadístico oficial da soporte a esta campaña indiscriminada, más bien todo lo contrario. Los datos oficiales evidencian que se trata de una campaña recaudatoria sin justificación alguna, confirmado por los propios colectivos profesionales de la Guardia Civil:

1º La propia AUGC (Asociación Unificada de la Guardia Civil), mayoritaria en el Cuerpo, denuncia públicamente los hechos en esta zona de Gran Canaria y en la isla de Fuerteventura.

2º A pesar del envejecimiento del parque automovilístico y el aumento en la densidad del tráfico, tenemos la siniestralidad más baja de los últimos 25 años, según la propia DGT(Dirección General de Tráfico).

3º Según la misma DGT no existen puntos negros en la isla de Gran Canaria.

4º Los accidentes han descendido en Canarias a menos de la mitad en los últimos 10 años.

5º La tasa de fallecidos por millón de habitantes es inferior a la media nacional.

6º Según la misma estadística, los fallecidos aumentan los fines de semana en lugar de los días laborables, que es cuando el radar “hace su agosto”.

7ºLa desproporcionada limitación de velocidad en la GC-2 -incompatible con su denominación de autovía- en varios tramos (50km/h), con dos carriles por sentido de circulación, es caldo de cultivo para los operarios sin escrúpulos del RADAR RECAUDATORIO.

Por todo lo expuesto considero que, el afán recaudatorio y no el preventivo de la seguridad vial es el que mueve a que agentes y mandos poco profesionales sucumban a las directivas o sugerencias de la DGT y el Gobierno Central en el uso indiscriminado del radar, incitando a la sanción como arma recaudatoria, so pena de perder la productividad.

Mención aparte para los buenos agentes, profesionales de la carretera que no se dejan influenciar por las campañas recaudatorias de los gobiernos de turno, ni por las productividades como premio o castigo. Hombres y mujeres que velan cada día por la seguridad del tráfico sin esperar otra recompensa que la satisfacción del trabajo bien hecho. Hombres y mujeres que han entregado su vida -en muchos casos- en cumplimiento de su deber.