Como muchos saben, el Gobierno de Canarias quiere realizar una consulta popular sobre la realización o no de prospecciones petrolíferas en aguas cercanas al Archipiélago a cargo de la compañía multinacional REPSOL. Las razones que le han llevado a semejante decisión, así como su práctica respecto a las energías renovables y al ejercicio de la democracia, me suscitan dudas y sentimientos controvertidos, que trataré de exponer de modo muy resumido.
* Realizar consultas ciudadanas sobre este u otros asuntos me parece, en principio, positivo. Lo hacen otros países, desde Estados Unidos a Suiza. Pero sobre todo puede ser un elemento más, no el único ni el más determinante, en el camino de regeneración democrática que urge emprender. Los casos de corrupción y la crisis económica han dejado a niveles mínimos la valoración de la política y las instituciones; y recuperarla no es una cuestión de campañas de imagen, sino deacciones decisivas que mejoren la transparencia, la participación y el poder efectivo de la gente.