El
hacerse preguntas, aunque no se tenga todas las respuestas, ayuda a
reflexionar sobre cómo se están haciendo las cosas en Canarias. Hoy
también me hago preguntas al hilo de mi último artículo
“Prostituyendo
el empleo”, en el que hablaba de la cada vez más precaria
situación laboral de los trabajadores. Las preguntas en esta ocasión
pretenden unir dos mundos que deberían ir de la mano y que sin
embargo parece que no avanzan en el mismo plano. Estoy hablando del
TURISMO y el EMPLEO.
Vemos
como cada año se baten records de llegada de turistas y sin embargo
en esta tierra canaria seguimos sufriendo un paro galopante de los
más altos del país. También observamos como año tras año se
destinan partidas presupuestarias, tanto del Gobierno Canario como de
los respectivos Cabildos, para la promoción turística. Y no es que
yo critique estas partidas -excesos al margen-, entre las que se
encuentran la asistencia y participación en eventos nacionales e
internacionales de todo tipo pero… Y ahora vienen las preguntas:
¿Qué
se le pide al sector beneficiado con estas promociones de dinero
público?… No sé, estoy pensando (desde mi ignorancia) en algún
tipo de esfuerzo o requisito en contrataciones de canarios en todos
los puestos de trabajo de las empresas vinculadas a este sector…
También se me ocurre algún otro tipo de exigencias de cara al
territorio en el que se asientan sus complejos del que obtienen sus
multimillonarios beneficios. Estoy hablando naturalmente de
requisitos de abastecimientos y servicios de la tierra…