Javier Alduán Guerra.
La historia de la carretera del norte hacia Las Palmas, la Gran Canaria 2, se escribe con letra pequeña. Hoy que se ha mejorado sensiblemente el tramo Gáldar a Las Palmas con las obras, por fín casi acabadas. Recuérdese que todavía no tenemos derecho a luz artificial como en la carretera del sur, por poner un ejemplo.
Las colas insoportables del pasado ya no existen, es verdad. La puñetera crisis económica actual ha influido muchísimo rebajando el número de vehículos en la carretera. Pues ahora el sufrido y paciente conductor del norte tiene que soportar toda una serie de limitaciones de velocidad y trampas de radares escondidos tras pequeńos muros o detrás de contenedores de basura, en paradas de guagua que convierten el trayecto hasta Las Palmas en una procesión difícil de soportar.
A la reducción de velocidad de San Andrés se suman una serie de limitaciones de 80 y 100 km por hora en varios tramos que son auténticas pruebas de paciencia franciscana para los abnegados y sumisos conductores del norte. No digo que tengamos que convertir la ida o la vuelta de Las Palmas en un trayecto peligroso donde todo el mundo fuera a la velocidad que le diera la gana.
Creo que se debe estudiar mejor las limitaciones en todo el recorrido sin que ello suponga mayor riesgo para las personas. Cuando vienes del sur y sigues para el norte entras en el túnel del tiempo y todo pasa a un ritmo más lento, como si la cuesta Silva no hubiera desaparecido, como si Macondo estuviera en Piso firme, como si nuestro sino sólo sea pagar y pagar......como sí en el norte condujéramos peor que en el sur.
Tengo curiosidad por conocer a cuánto ascendió el apartado de electrificación de la obra -supuestamente terminada- porque a día de hoy es un dinero tirado. O quizás estén esperando a que los amigos de lo ajeno den buena cuenta de los tendidos eléctricos. Aquí volvemos ver lo de tirar con pólvora del rey... Por otra parte llama la atención el silencio sepulcral de los ediles norteños, que para otros temas realizan declaraciones grandilocuentes o se pirran por salir en la foto.
ResponderEliminarOtro tema curioso de esta vía, como dice Javier, es la curiosa configuración vial de esta carretera, con sus límites de velocidad, impropios en una AUTOVÍA. Llama especialmente la atención el límite de 60 impuesto al carril de vehículos lentos, lo que origina que los usuarios se abstengan de utilizarlo -como dictamina la Ley de Seguridad Vial-, porque corres el riesgo de que el radar te fría a multas. Esto nunca lo he visto en ninguna vía de circulación; normalmente es al revés, se obliga a circular por encima de 60km/h en el resto de carriles, pero no se pone un límite máximo de velocidad en el carril de vehículos lentos (salvo el genérico para la propia vía). En fin, las cosas que se hacen por el Norte...
ResponderEliminarJavier describe una situación real que padecemos todos los que por ella transitamos. Aunque reconociendo mejoras que son evidentes, estás han dejado secuelas que van camino de convertirse en crónicas. La la fase Pagador/Bañaderos aún por definir y en lo más que nos atañe el trayecto de San Andrés, nada o poco ha cambiado, ni tan siquiera donde los pasos de peatones se han sorteado con pasos elevados. Las limitaciones de velocidad, cuando se nos vendió como una vía rápida, siguen ahí, posiblemente porque no se busco soluciones adecuadas a las paradas de guaguas existentes a los largo de la misma, por ello el acotamiento, a mi entender, a lo largo del carril de vehículos lentos. Eso sí los accesos de El Hormiguero y Llano de Parra se quedaron en el limbo.
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