viernes, 22 de noviembre de 2013

Las mujeres de La Aldea, presentes en la concentración por la carretera de La Aldea.

Ni el cansancio de los casi ocho días en huelga de hambre pudieron con la reivindicación por "nuestra carretera".
La citaera en la Plaza de La Feria, frente a la Delegación del Gobierno. El ayuntamiento de La Aldea junto al comité creado al efecto, había convocado a sus vecinos en la segunda de las jornadas de protesta.
Sobre las 19:00 horas llegaron a la plaza las siete mujeres que estuvieron siete días en huelga de hambre. Portando dos pancartas en las que se leía: "las mujeres en lucha por el tomate, ahora a por nuestra carretera", fueron recibidas entre aplausos de los presentes.

Fayna, Eli, Laura, Mª Luisa, Arminda, Dominga y Beatriz manifestaron que no podían dejar de asistir a una reivindicación tan necesaria como es la carretera para todos los grancanarios.
En el semblante de las siete magníficas aún se notaba la huella de los siete días de la protesta, pero también la satisfacción de haber conseguido una bocanada de oxígeno para sus vecinos y para el sector del tomate de toda Canarias.
Los organizadores, tras informar que la delegada del Gobierno no se encontraba en la Delegación, emplazaron a los asistentes a una nueva concentración el próximo jueves, esta vez, ante la sede del Cabildo de Gran Canaria.
Tanto los medios presentes, como los vecinos de manera espontánea, recogieron el testimonio de las mujeres y se preocuparon por conocer su estado.
A preguntas de los periodistas, las mujeres de La Aldea declararon que, ni el cansancio ni la extenuación de los casi ocho días en huelga de hambre, podían impedir el que hoy estuvieran en la reivindicación.
Todos no podemos ser iguales. Nosotras las mujeres no debemos permitir que el ninguneo que hemos sufrido se convierta en la confrontación y la división por quienes, con su ausencia e indiferencia, han demostrado lo que les importa el futuro de cientos de familias de La Aldea, dijo Laura Martín.
La reivindicación por nuestra carretera no es patrimonio de nadie y es aquí donde no podemos desistir del empeño, por más que nos duela la actitud de desidia y menoscabo que ha mostrado el grupo de gobierno del ayuntamiento de La Aldea, declaró Fayna Ramírez.
Confiamos en que nuestra lucha colectiva sirva de ejemplo de unidad y que el pueblo esté a la altura de nuestra reivindicación, por encima de personalismos y luchas políticas que, con su hacer, demuestran el verdadero motivo que les mueve. Y no podemos caer en esa provocación, concluyó Beatriz Sosa.
Sin duda, las siete mujeres magníficas nos siguen dando una gran lección de dignidad, valor, coraje y humildad. Este es el pueblo de La Aldea, el que late, vive y siente.

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