La ampliación del muelle de
Agaete, o Macro-Muelle como es conocido popularmente, viene generando controversias
desde hace años porque se evidencia una agresión paisajística que muchos
consideran innecesaria, además de vislumbrarse unas trapisondas de una clase
empresarial privilegiada y la majadería de una clase política favorecedora de
las mismas, que pocas veces gobierna para la generalidad de los ciudadanos. Un
proyecto muy agresivo con el entorno natural. De hecho estamos cansados de ver
el empecinamiento de un Gobierno Canario en realizar actuaciones que nadie ha
pedido (el maldito gas y sus plantas regasificadoras es todo un ejemplo),
mientras se eternizan las obras de imperiosa necesidad como la carretera de la
Aldea. El tufillo de la especulación vuelve a sobrevolar macro-proyectos
isleños en un territorio limitado y frágil.
En esta ocasión habrá que
escudriñar quiénes son los beneficiados por una actuación que nadie ha pedido…
Con la mayor parte de los ciudadanos de Agaete en contra, principalmente porque
ya vivieron la amarga experiencia durante la construcción actual muelle, del
que se prometió el oro y el moro para Agaete, y que nunca llegó. El proyecto también
cuenta con la oposición Ecologista.
De entrada ya se pueden
vislumbrar los beneficiarios del mastodóntico proyecto: las constructoras, las
navieras y el más que probable futuro concesionario del moderno puerto
deportivo que anuncia la publicidad institucional… Los beneficios para Agaete
deben venir por la vía de sus propias sinergias y potencialidades, que las
tiene y muchas, no por este muelle y sus ampliaciones.