viernes, 20 de septiembre de 2013

El debate de las prospecciones petrolíferas de REPSOL en Canarias (3). Lo que está en juego.

Lo que está en juego.


Llevamos décadas escuchando la importancia de la biodiversidad en Canarias, de la singularidad de las islas, de la riqueza de nuestros mares, etc. Pero, ¿hasta qué punto somos concientes de ello?, ¿hasta qué punto reconocemos la relevancia que tiene a nivel mundial y el valor, incluso económico, que representa?, ¿hasta qué punto nos lo creemos?,…
Es un aspecto clave en el debate sobre las prospecciones petrolíferas en Canarias: La conciencia ciudadana de lo que está en juego.

En el año 2004, cuando fueron anulados por el Tribunal Supremo, los permisos de investigación de hidrocarburos que había concedido el Gobierno de España a REPSOL en 2002, comencé a oír hablar, por primera vez, de fenómenos como el “afloramiento de agua profunda” o “upwelling”. Estos términos eran muy familiares para los estudiosos de Ciencias del Mar pero de imposible traducción para la mayoría de la ciudadanía.
La investigación y el conocimiento científico aportan información y formas de ver la realidad que se nos escapan cuando simplemente contemplamos la naturaleza desde fuera o analizamos la realidad de forma superficial. El conocimiento nos lleva a entender, a valorar, a tomar consciencia, despertando nuestro interés, dándonos herramientas que nos permiten el espíritu crítico frente a la manipulación.
Descubrir que estamos ante un lugar con unas peculiaridades únicas a nivel mundial, y donde cualquier tipo de accidente relacionado con las prospecciones puede tener unas consecuencias desastrosas y de una mayor envergadura de la que nos imaginarnos.
Como consecuencia de la corriente fría de Canarias y la presencia del continente africano es bien conocido que, en la franja costera cercana al Sahara, tiene lugar el fenómeno denominado “upwelling”. Este fenómeno consiste en el ascenso de las aguas frías procedentes del fondo oceánico. Estas aguas se caracterizan, entre otras cuestiones, por ser muy ricas en nutrientes. El “upwelling” lleva aparejado un aumento de la producción de fitoplancton y una mayor presencia de especies marinas. Además, la corriente superficial debida al afloramiento fluye de este a oeste y su influencia en cuanto al aporte de nutrientes es más notable en las costas africanas y en las costas orientales de Fuerteventura y Lanzarote. Y justo este fenómeno tan singular se produce donde se quieren hacer las prospecciones petrolíferas. ¿Qué consecuencias tendría una erupción incontrolada de un sondeo o pozo petrolífero en esta área, donde se producen afloramiento de aguas profundas y corrientes de este a oeste, justo en una de las áreas de mayor biodiversidad marina del planeta?
En sendos actos divulgativos organizados por la Federación Ecologista “Ben Magec” se explicó muy bien estas peculiaridades. Durante la mesa redonda organizada en el Gabinete Literario de Las Palmas de Gran Canaria, Santiago Hernández, catedrático de Zoología en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, exponía brillantemente este fenómeno y los resultados de sus trabajos de investigación y las consecuencias que las prospecciones podían tener en sobre las islas y la biodiversidad. Recomiendo el visionado del vídeo completo de la mesa redonda. También son muy relevantes las aportaciones de Vidal Martín, especialista en cetáceos y Presidente de la Sociedad para el Estudio de los Cetáceos en el Archipiélago Canario (SECAC).
En definitiva, la biodiversidad del área y la concentración de cetáceos las hacen digna de protección internacional frente a cualquier tipo de prospección petrolífera o actividad que pongan riesgo estos valores medioambientales.
Ahora se encuentra en información pública el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de diversos proyectos de sondeos exploratorios de hidrocarburos en aguas profundas, frentes a las costas de Lanzarote y Fuerteventura. Estos sondeos exploratorios buscan confirmar las existencias de hidrocarburos y evaluar la viabilidad de su extracción y explotación. Esta actividad tampoco está exenta de riesgos y puede provocar accidentes graves como un “blowout”.
Entre la documentación del EIA se destacan unos videos del lecho marino, en la zona donde ser realizarían los sondeos. Estos videos parece que no tienen otro objetivo que, subliminalmente, centrar la atención sobre la “ausencia de vida“ pegada al lecho marino, a 1.500 u 800 metros de profundidad, en el área donde se emboquillarían los sondeos. La utilización mediática de estos vídeos no tiene otro objetivo que el de distraer al ciudadano de una visión global del problema y del ecosistema en juego.
Por otra parte el mismo EIA intenta “vender”, sin fundamentarlo, los beneficios socioeconómicos de las prospecciones para Canarias. Todo ello con el objetivo de justificar los sondeos.
Resulta llamativo que hasta en un documento de carácter técnico como un EIA se intente incidir de forma poco ortodoxa en la minimización de los riesgos ambientales y en la magnificación de los supuestos beneficios socioeconómicos para la sociedad canaria.
A nivel estatal, la justificación socioeconómica que esgrime el estudio de impacto ambiental, basada en el déficit energético de España, se contradice directamente con que el crecimiento de las energías renovables ha sido frenado por el propio Gobierno del Estado. La aplicación de políticas alternativas podría reducir la dependencia exterior del petróleo, promoviendo las energías renovables, sin necesidad de realizar estos proyectos exploratorios de hidrocarburos. Un ejemplo de país sin petróleo y con superávit energético es Dinamarca que basa su desarrollo en las energías renovables descentralizadas y con un importante desarrollo industrial, de la economía y del empleo.
La elevada dependencia energética de España no es más que una promesa autocumplida, dado que es el propio Estado el que bloquea el desarrollo sostenible de las energías renovables, así como la movilización de inversiones en el sector, sobre todo pequeños inversores.
Y esto no acaba más que empezar. La situación de riesgo será permanente. Si se comenzara la exploración y extracción de petróleo en las aguas profundas entre Canarias y el continente africano, los riesgos de vertidos mantendrán en jaque la industria turística, la calidad de vida de los isleños, el suministro de agua y la pesca, entre otros sectores posiblemente afectados. Además, la normativa de hidrocarburos española aportaría el derecho, a Repsol, de realizar en exclusiva la explotación del supuesto yacimiento de hidrocarburos por un período que podría llegar hasta los 50 años. También tendría derecho a continuar las actividades de investigación en dicha áreas y a vender libremente los hidrocarburos obtenidos.
A todo este debate se añade las concesiones de exploración otorgadas por el Reino de Marruecos que, aunque la mayoría no están en aguas profundas, también suponen un riesgo no sólo medioambiental sino de conflictos jurisdiccionales sobre las aguas territoriales.
Es momento de que la ciudadanía se manifieste y fuerce a que las instituciones aborden el problema energético con una mayor amplitud de miras y visión de futuro. El debate debe trasladarse al ámbito internacional, implicando a la Unión Europea y Naciones Unidas, promoviendo una moratoria a las prospecciones petrolíferas en toda el área y promover el desarrollo de las energías renovables y actividades sostenibles, poniendo en valor, en beneficios de todos, no sólo de unos pocos, la riqueza natural de toda la zona.
Ahora está la oportunidad de alegar en la información pública del estudio de impacto ambiental de los sondeos exploratorios, en el futuro seguirán habiendo oportunidades de manifestarse.
Gilberto M. Martel Rodríguez
Ingeniero Técnico Industrial
Máster en Ingeniería y Gestión Medioambiental
Colectivo Turcón-Ecologistas en Acción

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